Para Humberto Miranda pocas desveladas han valido tanto la pena como aquella de mediados de junio, cuando se pasó más de 24 horas frente a la computadora, despierto y programando, sin más apoyo que los mensajes de sus compañeros de equipo y un termo de café sobre la mesa. De esa jornada recuerda muy bien el cansancio, pero también la satisfacción de haberle dado forma a una aplicación que terminaría ganando en el MIT COVID-19 Challenge, división Latinoamérica.
La app, diseñada para dar seguimiento a aquellos pacientes recién recuperados del nuevo coronavirus, además de ser una herramienta que facilita el trabajo de médicos y hospitales ayuda a evaluar qué tan inmune o vulnerable está la gente ante una reinfección. “Esto –explica el alumno de la UNAM– sería de gran ayuda al momento de tomar decisiones para volver, de la mejor manera posible, a la normalidad”.
Actualmente Humberto estudia los últimos semestres de la licenciatura en Matemáticas Aplicadas y Computación en la FES Acatlán y, como a todos, la pandemia y la cuarentena lo tomaron por sorpresa, por lo que, al verse en casa, sin clases y con tiempo para pensar en nuevos proyectos, al enterarse de que había un concurso virtual de donde saldrían propuestas para enfrentar la crisis sanitaria, decidió apuntarse.
El MIT COVID-19 Challenge (que aquí llevó por nombre Latin America vs. COVID-19) se realizó del 19 al 21 de junio, convocó a más de mil 500 participantes y premió a 30 iniciativas de distinta índole. Por haber contendido en el track A, el equipo de Humberto (bautizado como Covmunity) fue el primero en ser anunciado como ganador.
“No sé mucho de enfermedades, pero en el certamen entras en contacto con gente de diferentes disciplinas y con visiones compatibles a la tuya. Así conocí a Carlos Rodríguez, un estudiante de Medicina en CU que había bocetado un protocolo de inmunidad denominado PI-SARS CoV2. Muy rápido le comenté mi idea de crear una app, decidimos que entre ambos podíamos lograr algo interesante y pusimos manos a la obra”.
Sobre este desafío digital Humberto recuerda: Todo fue a contrarreloj, el primer día nos sirvió para formar equipos, en el segundo armamos el proyecto y en el tercero presentamos el resultado. Terminamos siendo seis en el equipo y, por las prisas –y porque nos conectamos vía Zoom o Skype–, ni nos presentamos propiamente los unos con los otros. En vez de ello comenzamos a trabajar desde el minuto uno y no paramos, ninguno durmió, pero al final nada de eso fue importante, pues cuando nos notificaron que habíamos ganado hasta el sueño se nos espantó”.
En fase piloto
Aún se desconoce mucho del SARS-CoV2 y, por lo mismo, pese a lo mucho que ha avanzado la ciencia, la humanidad ha regresado a prácticas de lo más rudimentario para lidiar con la pandemia: encerrarse en casa a cal y canto y cubrirse la boca con un trozo de tela, y aunque Humberto se dice partidario de ambas estrategias por haber probado su efectividad a lo largo de siglos, también lo es de explorar con las nuevas tecnologías, “algo que en México no hemos hecho bien ni lo suficiente”.
Immun (nombre de la app desarrollada por Humberto y su equipo) es un ejemplo de lo que muchos jóvenes están haciendo para cubrir ese flanco de siempre tan descuidado. “Nuestra aplicación es para uso exclusivo de médicos y hospitales y su función es darle seguimiento a quienes han sido dados de alta tras haber padecido COVID-19”.
Diseñada a partir del PI-SARS-CoV2 del estudiante Carlos Rodríguez (protocolo supervisado por la doctora María del Carmen Jiménez, del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina de la UNAM), la aplicación no sólo genera citas de forma automática y dirige al paciente al centro de salud más cercano, sino que calcula su riesgo de reinfección ante el nuevo coronavirus.
“Para ello el sujeto es sometido a tres pruebas: una PCR en tiempo real, una citometría y una serología, y a partir de lo obtenido se pondera su probabilidad de inmunidad. Todo esto ha sido evaluado en el Instituto de Oftalmología FAP Conde de Valenciana con unas pocas decenas de personas, pero nuestro deseo es escalar el procedimiento para abarcar, primero, la capital, y luego la República en su totalidad”.
A decir de Humberto Miranda, ésta es la faceta más prometedora de Immun, pues aunque con poca gente no es tan notorio, “si ampliamos el número de sujetos y sabemos en qué zonas se mueven sería mucho más fácil determinar en qué áreas es menor la probabilidad de contagios y, por ende, se tomarían mejores decisiones al mover el color de los semáforos, reactivar dinámicas e ir volviendo a la normalidad”.
El joven y sus compañeros contemplan que el siguiente paso será la masificación y, por lo mismo, ya trabajan en el robustecimiento de la infraestructura de su app a fin de administrar tal cantidad de datos sin que se revuelvan, ya que será demasiada la información a manejar.
“Por ahora contamos con los apoyos y asesorías que, como ganadores, nos brindó el MIT, así como con créditos de empresas como Oracle o Amazon, pero estamos en busca de patrocinios para hacer crecer esto. Quizá la tecnología no sea la respuesta a todo, pero es una herramienta muy valiosa y, si nos ayuda a frenar esta pandemia y a volver a nuestras vidas, ¿por qué no desarrollarla aún más?”.