Wendy Castañeda, publicista de profesión, estaba en una videoconferencia de su trabajo. Mostraban un proyecto relacionado con la COVID-19 a más de 600 personas y alguien irrumpió en la sala virtual para transmitir pornografía. “De pronto escuchamos groserías, nadie supo qué hacer y de repente aparecieron enormes penes de ancianos, yo me quedé en shock y alguien dijo: nos están hackeando. Nadie supo qué hacer”. Decidió salir de la sesión virtual, pero quedó en shock por algunos momentos.
Durante esta pandemia, el uso de videoconferencias ha aumentado, y también las personas que irrumpen en las salas virtuales para sorprender a los asistentes con pornografía ¿Qué tienen en la mente estas personas?
Samuel Acosta, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, explicó que estos individuos buscan sorprender y causar incomodidad, además podrían tener algún rasgo de trastorno de personalidad, ya que gozan al intimidar a la gente.
Existen diversos tipos de hackers, desde los exhibicionistas hasta los voyeristas, no se pueden englobar en un sólo tipo, así lo explicó el académico universitario.
Por su parte, quienes sufren el trastorno exhibicionista, sienten placer al mostrar partes íntimas de su cuerpo en público, es decir buscan una ratificación sexual, explicó. En cambio, los voyeristas gozan al ver las reacciones de las personas cuando miran la pornografía en la pantalla, incluso algunos de ellos graban para captar a los sorprendidos.
No obstante, para Samuel Acosta no podría tratarse sólo de trastornos mentales, porque para ser uno de estos padecimientos se deben evaluar el deterioro en la vida social, laboral y escolar. “No todas estas personas tienen estos puntos”.
No siempre existe un trastorno de fondo, a veces son personas lo más normales posibles sin padecer estos criterios de la enfermedad, pero sí con algunos rasgos. Samuel Acosta no duda que otra posibilidad podría tratarse de aburrimiento por el encierro durante la cuarentena.
Los medios de comunicación y las redes sociales son un potenciador para el exhibicionista que no necesita salir a la calle. Puede grabarse él mismo y luego subir el material o usar imágenes que localizó en otros medios para sorprender a los participantes. “Eso les causa excitación”.
Sobre su mala experiencia virtual, Wendy Castañeda se sintió muy perturbada, le pareció cómo si hubieran entrado a su casa y revisado sus cosas. El hacker que invadió su conferencia logró sorprenderla y a todos los presentes, tal y como buscan estos personajes.
Trata a través de redes sociales
Por otro lado, existen los operadores sexuales que forman parte de algo mucho más grande en las redes sociales, ellos buscan captar a niños, niñas y jovencitas para llevarlos a la trata de personas, afirmó Samuel Acosta.
De hecho, el 70 por ciento de la población que es víctima de trata son captadas por una red social o por un medio electrónico.
Esto no es reciente, ha ocurrido desde hace tiempo y utilizan estos medios para acceder a las víctimas. De hecho, los tratantes asumen identidades falsas y crean un vínculo con las víctimas, después logran que se enamoren y al final las amenazan.
La técnica del depredador sexual virtual es la misma que en la vida real, simplemente ahora utilizan los medios que tienen a la mano para llegar a poblaciones vulnerables, añadió.
Es importante que los padres estén al tanto de cómo los hijos se manejan en las redes sociales o al material que tienen acceso, concluyó.