El pasado 5 de diciembre el equipo que trabaja en el Lawrence Livermore National Laboratory del National Ignition Facility (NIF) de Estados Unidos, consiguió por primera vez en la historia generar una fusión nuclear en un laboratorio con una ganancia de energía neta, un objetivo que la comunidad científica había buscado desde la primera mitad del siglo XX.

De acuerdo con el anuncio conjunto del Departamento de Energía y la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de los Estados Unidos se trata de “un importante avance científico que se está gestando desde hace décadas y que allanará el camino para los avances en la defensa nacional y el futuro de la energía limpia”.

La secretaria de Energía, Jennifer M. Granholm, añadió durante la presentación: “su trabajo nos ayudará a resolver los problemas más complejos y apremiantes de la humanidad, como proporcionar energía limpia para combatir el cambio climático, así como mantener una disuasión nuclear sin pruebas nucleares”.

El resultado obtenido por el NIF fue calificado por Jeremy P. Chittenden, profesor de física del plasma y codirector del Centro de Estudios de Fusión Inercial del Imperial College de Londres, en comentarios para la BBC: “un verdadero momento decisivo” que demuestra que “el ‘santo grial’ de la fusión puede lograrse”.

El experimento

Arturo Menchaca Rocha, investigador del Instituto de Física de la UNAM, explicó que el experimento realizado en el NIF consistió en una fusión de deuterio y tritio. “Lo que hicieron es tener una pelotita que tiene deuterio y tritio y le echaron un superflashazo de un láser, el cual calentó y comprimió a la esferita, entonces los núcleos alcanzaron esa distancia necesaria para pegarse. Así se produce la energía”.

“Al darle una cantidad de energía –2.05 megajulios (MJ)–, la cosa produjo 3.15 megajulios”, agregó el especialista universitario. Las instalaciones cuentan con 192 láseres, los cuales requieren de 322 megajulios de energía por cada disparo.

La construcción del NIF inició durante 1997 y fue completada hasta marzo de 2009, una de sus funciones principales es el estudio de las explosiones termonucleares; además tenía como objetivo conseguir una fusión nuclear con ganancia positiva para el segundo semestre del 2012, resultado que fue conseguido hasta el pasado 5 de diciembre.

Así lo recordó Julio Herrera Velázquez, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM: “Es un experimento que costó del orden de tres mil y medio millones de dólares, para el 2012 esperaba tener los resultados que se acaban de obtener. No siempre las cosas funcionan como se desea, pero mediante un trabajo muy sistemático de estudios –de cómo debe ser la cavidad, la cápsula, la forma del pulso de los rayos láser– finalmente se consiguió que la energía que sale de las reacciones de fusión es comparable con la energía de los láseres”.

Para Julio Martinell Benito, también investigador del ICN, el anuncio está ligado “a que la investigación en fusión ha estado, un poco, perdiendo apoyo en los últimos años, porque no estaba dando los resultados esperados que se tenían inicialmente. El financiamiento a la fusión ha estado disminuyendo; el hecho de que estén resaltando tanto esto –que se ha generado más energía, aunque no es todavía la que se necesita–, es para dar impulso otra vez a la investigación, al financiamiento que se le está dando a la fusión”.

“Es importante porque es la primera vez que se reporta esto; claro que todavía falta mucho para poder decir que se tendrá un reactor de fusión nuclear porque hay más problemas que aún tienen que ser resueltos, sobre todo en la cantidad de energía que se está depositando. Con esto se tiene la esperanza de que en algún futuro no muy lejano sí se pudiera tener energía por fusión… si se invierte el dinero suficiente. Un poco esta es la motivación, que se pueda tener el financiamiento adecuado para seguir con las investigaciones”, señaló el especialista en física de plasmas y fusión nuclear.

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