Los bebés, niños pequeños y preescolares ahora están creciendo en entornos saturados de una variedad de tecnologías digitales. Aunque ha habido muchas esperanzas para el potencial educativo de los medios interactivos para niños pequeños, están también acompañado de temores sobre su uso excesivo durante este período crucial de rápido desarrollo cerebral, y aún la investigación en esta área sigue siendo limitada.
Un estudio reciente, el primero en su tipo, publicado en JAMA Pediatrics, muestra una relación entre el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla y el desarrollo cerebral.
Sus resultados mostraron que los niños que dedican más tiempo frente a una pantalla tienen una menor integridad estructural de la sustancia blanca en regiones del cerebro que juegan un importante papel en el lenguaje y otras habilidades emergentes de alfabetización.
“El surgimiento de estas tecnologías ha superado con creces nuestra capacidad de cuantificar sus efectos sobre el desarrollo infantil, las relaciones humanas, el aprendizaje y la salud, alimentando controversias entre padres, educadores y proveedores clínicos“, comentó el Dr. John S. Hutton, director del Centro de Lectura y Alfabetización del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati y uno de los autores del estudio.
El estudio del Dr. Hutton incluyó a 47 niños sanos -27 niñas y 20 niños- de entre 3 y 5 años, y sus padres. Los niños completaron pruebas cognitivas estándar seguidas de resonancia magnética con tensor de difusión (tractografía), que proporciona un estimado de la integridad de la sustancia blanca en el cerebro. También dieron a a los padres una herramienta de medición compuesta, llamado ScreenQ, que ha sido desarrollado y validado en los últimos años, y que refleja las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP).
Entre las recomendaciones de la AAP:
Para los niños menores de 18 meses, evite el uso de medios de pantalla que no sean video-chat. Los padres de niños de 18 a 24 meses de edad que quieran introducir medios digitales deben elegir una programación de alta calidad y verla con sus hijos para ayudarlos a comprender lo que están viendo.
Para niños de 2 a 5 años, limite el uso de la pantalla a 1 hora por día en cuanto a programas de alta calidad. Los padres deben ver los medios junto con los niños para ayudarlos a comprender lo que están viendo y aplicarlo al mundo que los rodea.
Designe momentos libres de medios juntos, como cenar o conducir, así como lugares libres de medios en el hogar, como los dormitorios.
Un puntaje de cero significaba un cumplimiento perfecto de esas pautas (sin pantallas en el dormitorio, el niño no comenzó a mirar televisión ni a usar aplicaciones hasta los 18 meses o más, sin exposición a contenido violento, tiempo total de pantalla para niños en edad preescolar de una hora al día, programación de calidad, (visualización conjunta con los padres, etc.), y 26 significan incumplimiento total.
Luego, los investigadores compararon los ScreenQ de los niños con sus escáneres cerebrales, que mostraron el grado de mielinización de las neuronas (la mieslina es una sustancia grasa que recubre las conexiones entre las células nerviosas, es lo que hace que la materia blanca sea blanca). La función de la mielina es aislar las células nerviosas y aumentar la eficiencia de la señalización.
“La cantidad de mielina alrededor de una fibra nerviosa está directamente relacionada con la frecuencia con la que se estimula, con qué frecuencia se usa“, dijo el Dr. Hutton. Los niños alcanzan el más alto nivel de desarrollo, cuando los tractos relevantes en su cerebro están mielinizados; la “explosión” del lenguaje es a los 18 meses, por ejemplo.
Cuando la conexión está completamente mielinizada entre la parte del cerebro conocida como el área de Wernicke (comprensión de las palabras) y la de Broca (producción del habla), los niños pasan de comprender las palabras a poder decirlas.
De la muestra notaron que: alrededor del 41% de los niños tenían una pantalla en el dormitorio; alrededor del 60% tenía sus propios dispositivos portátiles. La mediana del tiempo de pantalla por día fue de una hora y media.
Los niños con puntajes ScreenQ más altos tuvieron medidas más bajas de integridad estructural y mielinización, especialmente en las áreas involucradas con las habilidades de lenguaje y alfabetización. Esto se observó cuando los niños con mayor exposición a la pantalla tenían un lenguaje expresivo más pobre y resultaron peores en las pruebas de velocidad de procesamiento del lenguaje, como nombrar objetos rápidamente.
Es un estudio transversal, una instantánea de estos cerebros en desarrollo en un momento dado, y por lo tanto, por definición, muestra asociación, no causalidad. Si hay un enlace directo, puede tener menos que ver con las pantallas en sí, y más con lo que el tiempo de la pantalla puede estar reemplazando en la vida de los niños.
“No es que ‘las pantallas sean malas’, pero ‘las pantallas no son una buena idea en ciertas edades’. Es similar a conducir un automóvil no está mal, pero conducir a los 3-5 años no es una buena idea“. escribió, el Dr. Hutton. Es similar a conducir un automóvil, no está mal, pero conducir a los 3-5 años no es una buena idea.
Por lo tanto, esto no pretende decir que las pantallas son intrínsecamente venenosas ni culpar a los padres por permitirlas. Es una historia de advertencia sobre las formas en que el cerebro en desarrollo se forma por las experiencias, y sobre qué tipos de experiencias pueden ser más útiles y constructivas, y cómo los padres pueden acercar o no esas experiencias. “Los niños de esta edad necesitan experiencias humanas para que sus cerebros se desarrollen de manera óptima“, dijo el Dr. Hutton.
“Estos hallazgos resaltan la necesidad de comprender los efectos del tiempo de pantalla en el cerebro, particularmente durante las etapas de desarrollo dinámico del cerebro en la primera infancia, para que los proveedores, los encargados de formular políticas y los padres puedan establecer límites saludables“, concluyó Hutton.
Fuente: The New York Times
Artículo: John S. Hutton, Jonathan Dudley, Tzipi Horowitz-Kraus, Tom DeWitt, Scott K. Holland. Associations Between Screen-Based Media Use and Brain White Matter Integrity in Preschool-Aged Children. JAMA Pediatrics, 2019; e193869 DOI: 10.1001/jamapediatrics.2019.3869