Uno de los puntos donde la Universidad Nacional ha invertido una gran ingeniería institucional en los últimos años ha sido en mejorar sus esquemas de tratamiento de los asuntos en cuestiones de género. En la más reciente de estas modificaciones, las denuncias de agresiones en dicho ámbito tienen una puerta de entrada en la Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género (DDUIAVG).

Así lo expuso Guadalupe Barrena Nájera, titular de dicha instancia universitaria, quien enfatizó: “En esta elección que hace la Universidad de hacer una sola ventanilla para la atención de personas que se encuentran en situación de violencia por razones de género, el valor más importante que aporta la Defensoría es estructural y tiene que ver con la independencia que tiene esta oficina respecto a todas las autoridades universitarias”.

Al dictar la plática ¿Qué hacer ante un caso de violencia de género en la UNAM?, convocada por distintas entidades universitarias en el auditorio del piso 3 de la Torre de Rectoría, Guadalupe Barrena explicó que “esta independencia estructural viene con una responsabilidad muy fuerte de que la Defensoría resuelva de manera autónoma cómo trabajar cada uno de los casos que recibe de personas que se acercan y han vivido algún evento de violencia”.

Este valor “tan importante tiene muchos beneficios: quizá el más destacado en un primer momento es que genera confianza en las personas de que los casos que mostraron van a recibir el cauce que debe seguir, porque parte de las funciones de la Defensoría es comprobar que las autoridades universitarias trabajen en las vertientes que señala la legislación”.

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