De acuerdo con informes citados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 había en todo el mundo más de 8.5 millones de personas que padecían el mal de Parkinson, y esta cifra podría duplicarse en el año 2040.

Por lo que se refiere a México, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez estima que la prevalencia de esta enfermedad neurodegenerativa es de 50 casos nuevos por cada 100,000 habitantes al año.

Se sabe que alrededor del 10 % de los casos de párkinson obedecen a una causa genética y que el restante 90 % todavía no pueden ser explicados a partir de los conocimientos actuales de la medicina.

Sin embargo, en 2003, el neuroanatomista alemán Heiko Braak formuló una hipótesis, según la cual un patógeno (un virus o una bacteria) estaría íntimamente relacionado con el origen del párkinson. Dicha hipótesis ha cobrado impulso y ahora se cree que varias bacterias, entre las cuales sobresalen las del género Desulfovibrio, serían las causantes de esta enfermedad.

Síntomas prodrómicos

Se ha establecido que, 20 años antes de que aparezcan las primeras manifestaciones del párkinson, hay algunos síntomas prodrómicos, como constipación y colitis crónica.

Al practicarles la autopsia a personas con párkinson, los patólogos han encontrado en su intestino unos agregados malformados de la proteína alfa-sinucleína, conocidos como cuerpos de Lewy, los cuales se observan en pacientes con disbiosis (alteración nociva de la microbiota intestinal normal). La proteína alfa-sinucleína se expresa normalmente en las terminaciones nerviosas presinápticas del sistema nervioso, pero sus agregados son patogénicos.

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