Durante muchos años el sueño de la humanidad fue llegar a la Luna y en 1969 se volvió realidad. Hoy la meta es alcanzar Marte y los primeros pasos los da la sonda “Perseverance”, que ya viaja por el espacio sideral y pronto aterrizará en el planeta rojo.
En su camino sorprendió a todos los científicos de la NASA, cuando encendieron los sistemas para verificar que todo estuviera correcto grabaron un sonido nunca antes escuchado.
En entrevista para UNAM Global, Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, explicó que para transmitir el sonido se necesita un medio. “Por ejemplo, para escuchar el ruido de mi voz se necesita el aire al salir de mi boca, estirarse, comprimirse, llegar al tímpano y oscilar”. Se necesita un medio para transportar el sonido.
No obstante, en el espacio no hay sonido porque existe un vacío. De todas formas, “los investigadores encendieron el sensor para verificar que no hubiera algún desperfecto a la hora del despegue, que resultan bestiales y los objetos oscilan fuertemente”.
Captaron un sonido y se preguntaron: ¿qué está pasando si allá hay un vacío? Lo que sucedió fue que había un cable suelto, “el primero que hizo historia en la exploración espacial”.
El cable empezó a rozar la superficie del equipo y a través de éste se transportó el sonido, y así se escuchó este objeto friccionándose sobre la superficie de la sonda.
“Fue un hallazgo increíble, no sólo constató que todo el equipo va bien, sino que un cablecito nos puede dar sorpresas.”
Cuando la Perseverance llegue a Marte mientras descienda se podrá escuchar cómo se abre el paracaídas, los ruidos por el “amartizaje” e incluso si hay tormenta captar todos sus detalles.
Por ejemplo, “la arena se friccionará con la sonda y se escuchará el sonido de la tormenta de arena que son muy fuertes en Marte”.
¿Por qué llegar a Marte?
Es muy importante llegar a Marte por muchas razones, una de las cuales es porque se parece mucho a la Tierra, indicó Julieta Fierro, durante la entrevista.
Se tiene la esperanza de encontrar vida, por ejemplo en sus mares salados que están en su Polo Sur o bien en sus ríos secos. “Tal vez existe igual que en el desierto de Atacama o en el Pico de Orizaba, quizás podría haber un subsuelo de algún tipo de bacterias que todavía estuvieran vivas”.
La ciencia básica es increíble, siempre acarrea tecnología y así se logran los grandes proyectos, como la llegada a Marte, concluyó.