Liliana González, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, cuenta su experiencia como asistente de dirección de arte en La Oscuridad que participó en la 60 Semana de la Crítica
En la septuagésima cuarta edición del Festival de Cine de Cannes participó una nutrida delegación mexicana.
Una de las representantes nacionales fue el cortometraje La Oscuridad, el cual participó en una función especial promovida por Cannes y el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) en la sección paralela del certamen conocida como Semana de la Crítica.
“La sólida alianza que mantienen la Semana de la Crítica y el FICM ha brindado la oportunidad a poco más de 40 cineastas mexicanos de mostrar su trabajo en Cannes, así como de presentar una selección de películas de la Semana de la Crítica en el FICM, con la presencia de algunos de sus realizadores o protagonistas”, apuntó el FICM en un comunicado.
La Oscuridad cuenta con la dirección de Jorge Sistos Moreno y cuenta la historia de “Marina, una ex maestra de primaria, aparece en la orilla de un lago gravemente herida. Después de un largo recorrido a través del ardiente sol, llega a la escuela primaria donde una vez trabajó”, como explica su sinopsis oficial.
El crew de la producción del cortometraje contó con presencia puma gracias al trabajo de Liliana González, egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, como asistente de dirección de arte bajo la guía de la directora de arte Elisa Adame.
La universitaria nos contó en entrevista sobre su experiencia trabajando en el cortometraje, la emoción de todo el equipo por la próxima función en la Costa Azul y las herramientas que la UNAM le brindó que le ayudan todos los días en su carrera profesional:
¿Cómo te involucraste en el proyecto de La oscuridad?
La vida te lleva a los proyectos. En este caso, así fue. Trabajo con una directora de arte, Elisa Adame, que también es una gran amiga. Ella a veces me invita a sus proyectos, hacemos de todo, desde lo comercial hasta cortometrajes. Cuando se trata de cine lo preferimos, el romanticismo por hacer eso. Ella me invitó a este proyecto, leí el guión y me pareció que era algo que me gustaría hacer. Es un corto guerrillero, aunque tuvo algo de presupuesto.
¿Qué les llamó la atención a ti y a Elisa de este proyecto?
No platiqué mucho con Elisa de esas circunstancias. Ella me dijo: está este proyecto y está muy padre, lo quiero tomar, te lo paso para que me digas qué piensas. Probablemente no pueda dar tan acertadamente su perspectiva, aunque después lo platicamos durante el proceso creativo, ¿qué nos gustaba?, ¿qué queríamos resaltar?
A mí me interesó en varios niveles. Estéticamente, la propuesta cinematográfica, la fotografía, su paleta de colores era atractivo. Eso es algo que en el arte es importante, la forma para dar significados. Después, al leer el guión, me pareció un tema muy actual y muy triste que no tendría que estar pasando. Para mí era una manera de visibilizarlo desde otra trinchera y perspectiva.
Casi todos los audiovisuales que he visto, aunque no puedo generalizar, tienen su propia personalidad, pero ésta era una forma de ficcionarlo bastante particular. El tema principal, que es violencia contra las mujeres, se ha tratado de diferentes perspectivas en el documental, en la ficción, pero Jorge tenía una idea muy clara de qué quería hacer. Me pareció diferente.
El corto se proyectó en el FICM, ¿cómo se sintieron al respecto?
No pude estar en el festival porque estaba de workaholic, estaba muy contenta de la selección. Todo el equipo estaba súper contento de que fuera exhibido y tuviera salida. De repente haces cortos en los que crees y nunca salen. El estar en Morelia era muy importante para todos. Leí varias reacciones positivas, pero me perdí el primera mano con el público.
¿Cómo reaccionaron a la noticia de la próxima presentación en Cannes?
Apreció un montón que se exhiba allá. Curricularmente significa mucho. Para nosotros fue mucha alegría. Fue una sorpresa para mí, no porque no crea en nuestro trabajo, pero tampoco lo esperaba para nada. La mayoría estábamos sorprendidos y contentos, porque al final es importante difundir el trabajo. Para mí nunca ha sido muy importante el reconocimiento en plan premios, sino que sea posible que el cortometraje se vea y que alcance más gente. Los premios son padres, pero me encanta la idea de que el trabajo se vea en muchas partes.
¿Cómo interviene una asistente de dirección de arte en el proceso creativo detrás del cortometraje?
La forma de trabajar es muy subjetiva. He sido asistente de arte en otras producciones, con otros directores y cada uno tiene su forma de trabajar. Algunos son muy herméticos, pero en el caso de Elisa nos gusta mucho hablar del contenido. Empezamos a platicar siempre con una copita o un café, en plan casual sobre el contenido: ¿qué nos transmitió? ¿Cómo llevarlo a lo visual? Todos los departamentos tienen su chamba, lo traducen a su manera. Para nosotros la forma y el fondo significan mucho, interpretar eso que entendimos de la historia para interpretarla en objetos, colores, texturas y formas.
Elisa plantea ideas específicas de lo que ella quiere, siento que en estas charlas es dónde puedo dar mi punto de vista y enriquecer, estar de acuerdo o desacuerdo y complementar. Con ella tengo mucha libertad de aportar. Es un trabajo siempre en progreso. Se planean muchas cosas antes del rodaje, pero siempre surge algo, el escenario siempre pide cosas.
¿Cómo ha impactado tu experiencia en la UNAM tu carrera profesional?
Nadie sale de la universidad con todas las herramientas para triunfar en el mundo laboral, porque no pasa en ninguna escuela, siempre quedan muchísimas cosas por aprender. La UNAM me dio bases fuertes para eso: seguir aprendiendo. Me dio el valor de pensar, incentivar la reflexión. Las aulas de la UNAM me dieron bases para pensar e ir más allá.
Planteó muchos conocimientos de análisis de la imagen y de semiótica para mi trabajo. Eso me ha ayudado mucho. Fui muy feliz en la universidad, me dio muchas herramientas.
¿Hay alguna lección que aprendiste en la UNAM que uses continuamente en tu vida?
A riesgo de sonar repetitiva, creo que es el atrevimiento a reflexionar. Al final, lo que te distingue como profesionista es lo que tú puedes proponer. No tanto lo técnico, que es muy importante, pero te distingue lo que piensas y cómo desarrollas lo que propones. La UNAM me dio esas bases. No quedarme en lo superficial, ser una clavada