La lectura es un importante canal para que las niñas y jóvenes puedan identificar problemas en sus comunidades, por lo que fomentarla a través de las bibliotecas es una labor fundamental a fin de generar cambios favorables, coincidieron expertos en la inauguración de la Tercera Jornada Internacional de Fomento a la Lectura en las Bibliotecas Universitarias.

Elsa Margarita Ramírez Leyva, directora general de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información (DGBSI), comentó que ejemplo de esta labor la realiza la Unidad Académica de Estudios Regionales (UAER) en Jiquilpan de Juárez, que lleva a cabo campañas de fomento a la lectura en comunidades de Michoacán.

“La lectura puede establecer un diálogo intergeneracional, ayudar a vincularnos o revincularnos entre las distintas generaciones y, con todo, la biblioteca contribuye a reducir las brechas de la lectura, de la educación, la información y el aprendizaje a lo largo de la vida. No adquirimos conocimiento de una vez y para siempre, los cambios constantes en nuestro mundo nos obligan a estar aprendiendo constantemente”, estimó la doctora en Ciencias de la Información y Documentación.

Ramírez Leyva agregó que, como antaño, la lectura permite la evolución cognitiva, cultural y social, y la biblioteca es la organización de aprendizaje por excelencia. Una idea que no es nueva, pues desde Alejandría se ha visto cómo estos recintos públicos han contribuido al desarrollo y cierran las brechas con las personas que antes no tenían acceso a los libros.

A su vez, Adriana Sandoval Moreno, coordinadora de la UAER, señaló que la unidad a su cargo realizó jornadas de lectura en voz alta, especialmente con escuelas rurales y públicas, donde participan casi 1,000 pequeños, entre los que se identificó un gran interés por la lectura, y se vio cómo ésta es un canal para identificar problemas que enfrentan las comunidades escolares, en especial las violencias de género y familiar, la inseguridad, la migración o el bullying.

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