A pesar de que desde hace dos años existe en el país un reglamento y una ley para el uso medicinal de la cannabis, en la realidad las familias mexicanas con pacientes que necesitan medicamentos derivados de esta planta recurren a una ardua labor de denuncia, trámites burocráticos y viajes al extranjero para importarlos.

En una detallada narración de sus recorridos por consultorios públicos de salud, instancias oficiales y hasta oficinas consulares, la madre de familia, activista y coordinadora de Familias y Retos Extraordinarios, A. C., Margarita Sandra Garfias Hernández, compartió en una charla con asistentes al Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM el nulo cumplimiento de las legislaciones sobre el uso medicinal de la cannabis, así como lo lento y contradictorio que es el proceso para lograr el uso regular de derivados medicinales de esta planta.

En un evento híbrido moderado por Imer Benjamín Flores Mendoza, investigador del IIJ, la activista señaló que en México “no tenemos medicamentos, sólo recetas y médicos especialistas, pero los pacientes y sus familias seguimos siendo criminalizados”:

Reglamento

En el Aula Guillermo Floris Margadant del IIJ, Garfias Hernández recordó que, en enero de 2021, el gobierno federal publicó el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario para la Producción, Investigación y Uso Medicinal de la Cannabis y sus Derivados Farmacológicos, una norma que, en teoría, permitiría el acceso legal a medicamentos derivados de cannabis para los pacientes que lo requieran.

 

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